Soy pequeña, morena, tengo el culo prieto y soy fogosa a todos los niveles. Como trabajo en una tienda de lencería, me ocupo todo el día de la vida sexual de los demás, lo que a veces te pone muy cachonda. Ya sea una clienta sexy o yo misma en el espejo. Si pudiera, me excitaría de verdad, pero la mayoría de las veces, cuando pienso en ello, estoy tan empapada y cachonda que apenas puedo aguantar. Nadie tiene pensamientos tan sucios como yo cuando es de noche. Vendo tanta lencería durante el día que no es de extrañar que llegue a casa por la noche y mis calcetines y calzoncillos estén húmedos y calientes.