Contrariamente a lo que sugiere el nombre, no soy una criatura del bosque con una larga capa blanca y una luz etérea a su alrededor. Mi elfitud está mucho más en consonancia con la imaginería de cuento de hadas de la Navidad, en la que pequeños seres traviesos corretean y hacen desastres por todas partes. Soy poco tolerante con las normas y disfruto mucho rompiéndolas, en todos los ámbitos de mi vida. Incluso escribir una presentación personal sobre mi carácter, mi aspecto físico y mis aficiones se sale demasiado de las normas. Imagina una criaturita traviesa y me verás, tengo una gran capacidad para el contorsionismo. Algunas personas lo aprecian, otras se impresionan. Me gusta estar en la naturaleza, si puedo escaparme al río a nadar lo prefiero a cualquier tipo de pasatiempo. ¡Excepto que en topless en el río puedes hacer tantas cosas! Toco la guitarra y canto, es lo que me gusta.