Hola... Tengo algo muy especial para ti. Durante dos años, fueron como una segunda piel para mí: mis zapatillas blancas. Bueno, "blancas" quizá sea un poco optimista... Han pasado por mucho. Y ahora están listas para convertirse en tu pequeño y sucio secreto. Las he llevado a todas partes: en el estresante día a día de la hostelería, de pie durante horas, sudando por pasillos estrechos, haciendo equilibrios con bandejas y a pleno rendimiento. Y luego en la oficina: los pies bajo el escritorio, deslizándose fácilmente fuera de los zapatos, moviéndose juguetonamente arriba y abajo, sin calcetines en absoluto. Imagínate qué calor hacía allí dentro. Con qué suavidad se acurrucaban contra las plantas de mis pies, día tras día. Las suelas están gastadas, los bordes rasgados, y dentro... bueno, ahora sólo hay una parte de mí. Mi olor, mi huella, mi vida cotidiana, mis pequeños secretos. Si lo miras de cerca, puede que encuentres más de lo que crees. No lo estoy regalando sin más: te lo estoy confiando. Porque sé que harás algo con ellos. Porque puedes sentir lo que hay en ellos. Y porque eres la persona adecuada para unas zapatillas que ya no son nuevas, sino auténticas. ¿Lista? Entonces pronto serán tuyas. Y quién sabe... quizá haya más de mi parte.